¿Por qué falló el periodismo en el caso Nora Dalmasso?
La nueva docuserie de Netflix sobre el caso de Nora Dalmasso evidencia un error histórico en la cobertura mediática de uno de los casos más polémicos del país.
El reciente estreno en Netflix "Las mil muertes de Nora Dalmasso" revisita el femicidio de Nora Dalmasso y no solo repasa el crimen que impactó a Argentina, sino también reflexiona sobre el papel cuestionable que tuvieron los medios durante la investigación y la cobertura. En lugar de informar con rigor, muchos periodistas se dejaron llevar por la tentación de transformar la tragedia en un espectáculo sensacionalista, priorizando el morbo por sobre la verdad.
¿Cómo construyeron los medios la historia de Nora?
Desde el comienzo, la prensa destacó más la vida "lujosa" y "privilegiada" de Nora que los detalles del crimen. La llamaron "el crimen del Country", a pesar de que su barrio no era realmente un country cerrado,y se obsesionaron con contar aspectos íntimos y superficiales de su rutina: su ropa de marca, los retoques estéticos, su supuesto "estatus social" y, sobre todo, su vida sexual. Esta narrativa no solo desviaba la atención del asesinato en sí, sino que también reforzaba estereotipos y prejuicios sobre las víctimas, intentando justificar o minimizar el crimen por su contexto social. Algunos medios, como Clarín o La Nación, apostaron por esa mirada sensacionalista y parcial.
El periodismo no solo falló en el enfoque, sino que se convirtió en un instrumento de violencia contra Nora y su familia. La difusión de rumores infundados, como la supuesta cantidad de amantes o detalles grotescos de su vida privada, fue moneda corriente. Algunos comunicadores llegaron al extremo de trivializar el dolor, con chistes ofensivos y actitudes irrespetuosas hacia los familiares. Por momentos, la línea entre noticia y chisme se borró por completo, generando un daño irreparable y estigmatizando a una víctima de femicidio antes incluso de conocerse los hechos con certeza.
¿Qué consecuencias tuvo esta cobertura?
Esta construcción mediática impactó directamente en la investigación judicial y en la percepción pública del caso. La exposición exagerada y los prejuicios terminaron señalando injustamente a familiares y allegados, afectando sus vidas y dificultando un proceso judicial serio y objetivo. Más allá del crimen, se instauró una narrativa que priorizó la polémica y el rating por encima de la justicia y el respeto. El documental de Netflix invita a cuestionar ese modus operandi y a entender que el periodismo debe ejercer su labor con ética, especialmente en casos de violencia de género.
La docuserie no solo reconstruye el crimen sino que también pone en evidencia el daño colateral provocado por el tratamiento mediático irresponsable. Este caso debe ser una advertencia para las futuras coberturas: informar no puede convertirse en un espectáculo que revictimice a las personas. La reflexión que propone el documental y los testimonios recogidos sugieren que solo con rigor, respeto y perspectiva de género se podrá evitar que una tragedia como la de Nora Dalmasso se transforme en un circo mediático.