La nevada mortal de El Eternauta no es simple nieve. A diferencia de un fenómeno climático común, cada copo es una sustancia tóxica, cuidadosamente diseñada por fuerzas alienígenas. Apenas cae sobre Buenos Aires, comienza a exterminar en segundos a humanos, animales y plantas, generando un caos absoluto.

Este método de invasión es deliberado: los extraterrestres no atacan con armas ni explosiones, sino con algo tan sutil como una nevada que, al contacto, paraliza los pulmones y provoca la muerte inmediata. Así, eliminan rápidamente a una población desprevenida, atrapada dentro de sus propias casas o muriendo en las calles.

¿Por qué algunos logran sobrevivir? El secreto está en los detalles. Juan Salvo, el protagonista, y su familia permanecen vivos porque estaban encerrados en casa cuando comenzó la nevada. La clave es evitar cualquier contacto con la sustancia. Incluso el aire dentro de las viviendas puede contaminarse si hay grietas por donde entre la nieve letal.

El drama se amplía cuando, para sobrevivir, los personajes deben improvisar trajes herméticos hechos con plástico y cinta, sellando cada rincón para no dejar entrar el aire exterior. Esto transforma la historia en una pesadilla de encierro, desconfianza y resistencia, donde salir a buscar alimentos o ayudar a otros puede significar una sentencia de muerte inmediata.

La serie de Netflix, que adapta la historieta original de Héctor Germán Oesterheld, muestra con crudeza cómo esta amenaza es más psicológica que física. La nieve no solo destruye cuerpos, sino también relaciones: pone a prueba la solidaridad, el coraje y la organización colectiva. Cada paso fuera de casa es una elección cargada de riesgo.

La famosa escena de los hombres robot y los alienígenas conocidos como Los Manos amplía el conflicto, pero la raíz de todo sigue siendo la nieve venenosa. Es un símbolo del peligro disfrazado de inocencia, de lo que parece puro pero es mortal.

El Eternauta no es solo una historia de invasión. Es un relato profundamente argentino sobre cómo resistir lo desconocido, cómo el peligro puede estar en lo cotidiano y cómo, frente a eso, nadie se salva solo. ¿Vos, qué harías si esa nevada empezara a caer hoy?