Final explicado de Pulso, el éxito de Netflix: qué pasa con Xander
La producción entregó un desenlace abierto que deja entrever que habrá una segunda temporada.
El final de Pulso no se guarda nada. En medio del caos que genera un huracán y una emergencia médica sin precedentes, la serie médica de Netflix cierra su primera temporada revelando el secreto más oscuro de Xander Phillips y dejando varios caminos abiertos para una posible segunda parte.
La verdad sobre Xander
A lo largo de la temporada, se insinúa que Xander oculta algo grave de su pasado. En el último episodio, finalmente confiesa lo ocurrido en el hospital Kennedy: realizó un procedimiento sin los estudios previos necesarios por la presión de su jefa, lo que terminó con la muerte de un paciente. Su familia encubrió todo con dinero e influencias, pero la culpa lo persigue.
Xander decide enfrentar las consecuencias y se presenta ante la junta del hospital para contar la verdad. También se sincera con Danny, su exresidente y exnovia, y se disculpa por haberla expuesto con su comportamiento. Aunque eso podría costarle la carrera, Xander siente que ya no puede seguir callando.
¿Pierde su licencia? ¿Y qué pasa con Danny?
En lugar de ser despedido, Xander es reincorporado como jefe de residentes. Danny, que había denunciado su relación por miedo a ser señalada, se retracta y acepta que lo sigue amando. Sin embargo, un conflicto con el padre de un paciente provoca que Natalie Cruz, la jefa del hospital, la retire del programa. Una decisión que, sospechosamente, coincide con un pedido de los padres de Xander.
El episodio final también revela un nuevo liderazgo: Sam Elijah es nombrado jefe de residentes por el flamante director de urgencias, Patrick Sánchez, quien no se lleva bien con Xander. Todo indica que los conflictos recién empiezan, pero por ahora, Pulso cierra con Xander enfrentando sus fantasmas y con Danny intentando rehacer su camino fuera del hospital.