Netflix se anotó otra gran producción internacional. Es por eso que el final de la primera temporada de Jóvenes y Millonarios, la serie francesa, dejó un nombre marcado en el centro del conflicto: Paul.

¿Qué pasa con Paul en el final de Jóvenes y Millonarios?

Lo que comenzó como una historia sobre cuatro adolescentes que ganan la lotería, terminó revelando que el gran antagonista no era un desconocido ni un delincuente externo, sino el propio novio de Samia, uno de los miembros del grupo: Paul. Su traición, motivada por los celos y el afán de control, fue el motor de los últimos capítulos.

A lo largo de Jovenes y millonarios, David, Jess, Leo y Samia enfrentan un problema que parece insólito: no pueden cobrar los 17 millones de dólares que les tocó por azar. Entre intentos fallidos y un billete perdido, los jóvenes caen en una espiral de problemas cada vez más complejos.

Sin embargo, el verdadero peligro se gesta en silencio, mientras Paul instala cámaras espías y manipula a los protagonistas para quedarse con el dinero. El personaje de Paul se construye como un villano cercano, de esos que actúan con una sonrisa y bajo el pretexto de "proteger" a su pareja.

La serie deja claro que su motivación principal son los celos hacia el grupo y, en especial, el miedo a perder a Samia. Esa tensión lo lleva a planificar cada movimiento, infiltrándose en la vida privada de los protagonistas y orquestando un plan para quedarse con la millonaria suma.

Cuando la verdad sale a la luz, la trama da un giro: Victoire, inicialmente sospechada, se revela como inocente y se convierte en aliada del grupo. La caída de Paul es tan estratégica como su ascenso. El desenlace muestra a Paul derrotado, sin posibilidad de seguir manipulando la situación, mientras los protagonistas recuperan su fortuna y sus vidas vuelven a la normalidad en Jóvenes y Millonarios.