¿Qué pasa con Tyler en el final de Merlina?
La serie de Netflix despierta interés con uno de sus personajes más relevantes.
Con el estreno de la segunda temporada de Merlina, Netflix volvió a capturar la atención del público con una historia más oscura e intensa. En el centro de este caos resurge Tyler Galpin, el Hyde, cuya reaparición cambia las reglas del juego y lo posiciona como el gran antagonista de esta nueva etapa.
¿Qué pasa con Tyler en el final de Merlina?
En esta primera mitad de la serie de Netflix, Tyler aparece de forma dosificada pero decisiva. Ya no es el joven confundido que Merlina intentó redimir en la primera temporada: ahora es una criatura totalmente dominada por su instinto.
Su regreso culmina con el asesinato de Marilyn Thornhill, quien en el pasado lo había manipulado para cometer crímenes. Este acto marca un punto de no retorno: Tyler ya no responde a nadie, y su violencia es por iniciativa propia.
El clímax llega cuando Tyler, en su forma de Hyde, lanza a Merlina por una ventana del hospital psiquiátrico Willow Hill. Es una escena brutal que funciona como símbolo: el monstruo que Merlina creía haber vencido no solo volvió, sino que ahora la supera física y emocionalmente.
El ataque no solo deja a la protagonista gravemente herida, sino que establece un nuevo nivel de peligro para lo que vendrá en la segunda mitad de temporada. A diferencia de la primera entrega, en la que Tyler era una pieza dentro de un complot mayor, ahora actúa por fuera de cualquier estructura.
No responde a LOIS ni parece tener conexión con los experimentos secretos del hospital. Su accionar es caótico y personal. Esta autonomía lo vuelve impredecible: no tiene un plan maestro, pero sí una violencia sin freno. Su transformación ya no es una maldición, sino una elección.
El futuro de Tyler queda tan incierto como el de Merlina. No muere ni es capturado, y su última aparición lo deja en libertad, aún con sed de venganza. La serie no ofrece pistas sobre si aún queda algo humano en él o si el Hyde ha tomado control absoluto.