El final de temporada de La realeza en Netflix dejó a todos hablando de un personaje que parecía secundario, pero que ahora se convierte en el eje central del conflicto. Su nombre es Maurice, aunque muchos en redes lo confunden con "Moris". Y su aparición lo cambia todo.

La historia da un giro cuando Aviraaj, el nuevo rey, recibe una carta póstuma de su padre, el monarca fallecido. En ella, le revela algo que sacude los cimientos del reino: durante años mantuvo una relación secreta con Maurice, un hombre de la corte.

Esta confesión no solo descoloca a Aviraaj, sino que también expone a su madre, Padmaja, quien ocultó este aspecto de la vida de su esposo. El pasado, que parecía cerrado, vuelve con fuerza a modificar el presente.

Hasta ese momento, Maurice era solo una figura discreta en la realeza. Pero tras la revelación, decide dar un paso al frente: vende todas sus pertenencias y adquiere una obra histórica que dona al palacio, salvando así la economía del trono.

Su gesto no pasa desapercibido. Maurice se convierte en el símbolo de un amor silenciado, y su historia interpela tanto a los personajes como a los espectadores. Pero eso no es todo.

La serie Realeza por Netflix

La revelación sobre Maurice desencadena un nuevo escándalo: varios periodistas comienzan a cuestionar la legitimidad de Aviraaj. ¿Y si no fuera hijo biológico del rey? ¿Y si todo el linaje estuviera en duda?

Las cámaras apuntan a Padmaja. Sus respuestas evasivas y el silencio incómodo de Maurice alimentan las sospechas. La sucesión al trono, que parecía resuelta, vuelve a estar en discusión.

La serie india plantea un dilema poderoso: ¿debe un líder responder a las formas tradicionales del poder, o puede gobernar desde la verdad, aunque duela? Maurice representa esa otra versión del amor real, sin castillos ni apariencias.

La realeza ya es un éxito en Argentina. Y mientras algunos preguntan "¿quién es Moris?", la serie deja claro que Maurice no solo existió: fue fundamental. Y su historia recién empieza.