¿Quien fue Bernardo Neustadt, de la serie "Menem"?
Bernardo Neustadt fue mucho más que un periodista: se convirtió en una figura clave para entender cómo la televisión influyó en la política argentina durante los años de Menem.
La serie Menem, recientemente estrenada en Amazon Prime Video, se ha convertido en una de las ficciones más comentadas del año en Argentina. Con una mezcla de drama político y retrato personal, la producción revive los años de presidencia de Carlos Saúl Menem, una etapa marcada por las privatizaciones, el auge del neoliberalismo, las controversias judiciales y también por una intensa exposición mediática.
En este contexto, uno de los personajes que más ha llamado la atención del público es el de Bernardo Neustadt, interpretado en la serie como un periodista con acceso directo al poder, con llegada a millones de hogares y una capacidad de influencia pocas veces vista en los medios nacionales. La inclusión de Neustadt en la trama no es casual: su figura fue fundamental para comprender cómo la televisión moldeó la opinión pública en los años 90. Pero, ¿quién fue realmente este hombre que llevó la política a la pantalla chica y dejó un fuente impacto en la historia del periodismo argentino?
¿Por qué fue una figura clave en los años de Menem?
Bernardo Neustadt nació en Rumania en 1925 y llegó a la Argentina siendo un niño. Con una carrera forjada desde muy joven en medios gráficos, saltó a la fama como conductor de Tiempo Nuevo, un ciclo televisivo de fuerte impronta editorial que se emitió por casi tres décadas. Allí entrevistó a presidentes, ministros, economistas y militares, transformándose en una figura central para entender los debates políticos del país. Su estilo directo, su tono persuasivo y su célebre frase "no me dejen solo" lo convirtieron en un comunicador carismático y polémico. Durante los años 90, fue un ferviente defensor de las políticas económicas de Carlos Menem y se convirtió en una suerte de vocero no oficial del gobierno.
¿Cómo fue su vida más allá de las cámaras?
Fuera de la pantalla, Neustadt también era noticia. Mantuvo romances con figuras de la alta sociedad, tuvo matrimonios turbulentos y protagonizó escandalosas separaciones que ocuparon titulares en revistas de época. Con los años, decidió alejarse del foco televisivo y refugiarse en su casa de Uruguay, aunque nunca abandonó del todo los medios: continuó escribiendo columnas, produciendo contenido gráfico y haciendo radio. Su vida privada estuvo marcada por el lujo, las relaciones intensas y también por un carácter difícil que despertaba tanto admiración como rechazo.
¿Qué legado dejó en el periodismo argentino?
Bernardo Neustadt es considerado uno de los pioneros del periodismo político televisivo en el país. Fue el primero en tratar temas de gobierno y economía con formato de show televisivo, lo que le permitió llegar a un público masivo. Muchos lo critican por haber tenido una relación demasiado cercana al poder, al punto de influir en decisiones políticas y económicas. Otros lo recuerdan como un innovador, alguien que supo crear un estilo y mantenerse vigente durante décadas. Lo cierto es que su figura divide aguas, pero su impacto es indiscutible.
¿Cómo lo representa la serie Menem?
En la serie, el personaje inspirado en Neustadt es interpretado por Osvaldo Djeredjian y aparece como un operador hábil y encantador, pero también cuestionado. Su retrato sirve como punto de entrada para entender el vínculo entre los medios y la política en una Argentina que, en ese entonces, se debatía entre la modernización económica y la pérdida de soberanía. La ficción no lo juzga, pero sí lo muestra con sus luces y sombras, dejando que el espectador saque sus propias conclusiones. Así, Menem rescata no solo a los protagonistas del poder formal, sino también a quienes lo moldearon desde las pantallas.