El desenlace de Karma, la serie surcoreana que rompió récords en Netflix Argentina, no decepcionó a quienes esperaban un cierre tan intenso como sus episodios anteriores. A medida que las historias de los protagonistas se entrelazan, el concepto de "deuda kármica" toma forma en un final que premia a quien logra liberarse de su trauma y castiga a quienes intentaron eludir sus culpas.

¿Quiénes sobreviven al final de Karma?

El clímax de Karma gira en torno a la figura de Lee Ju-yeon, quien planea vengarse de Kim Beom-jun -el impostor que usurpó la identidad de su agresor-. Con ayuda del investigador privado, cambia su medicación y se prepara para asesinarlo, tal como lo soñó durante años. Pero en el momento clave, su novio, también médico, la detiene. Ella opta por golpearlo y marcharse, sin consumar su venganza. Es la primera señal de que su proceso de sanación ha comenzado.

Mientras tanto, Kim Beom-jun cree que ha salido ileso una vez más, pero el destino tiene otros planes. La policía empieza a sospechar de él, y se ve obligado a huir. En su escape, recuerda que fue él quien incitó a Yu-jeong a tenderle una trampa a Ju-yeon años atrás. El personaje, que durante toda la serie manipuló su entorno para evitar enfrentar sus culpas, comienza a desmoronarse ante la acumulación de errores pasados.

Pero la justicia en Karma no viene del sistema, sino de los márgenes. Beom-jun, aún con la identidad de Park Jae-yeong, es secuestrado por un grupo de prestamistas a quienes debe dinero. Como castigo, le extraen los órganos. La escena toma un giro simbólico y personal cuando se revela que el médico a cargo de la operación es el prometido de Lee Ju-yeon, quien finalmente cobra venganza en nombre de su pareja.

El grito desesperado de Beom-jun intentando aclarar que no es Park Jae-yeong se pierde en un entorno que ya no escucha excusas. La serie plantea así una poderosa metáfora sobre cómo los pecados cometidos, aunque se escondan bajo otras identidades, terminan alcanzando a sus responsables.

El cierre de Karma

En su último plano, Karma muestra a Lee Ju-yeon en paz. Rechaza conocer los últimos detalles de la investigación y prefiere dejar el pasado atrás. Sus pesadillas han cesado y, por primera vez en mucho tiempo, se siente libre. Es la única sobreviviente del elenco principal, la única que no debía saldar una cuenta con el destino. Karma cierra su historia con un mensaje claro: no todos los crímenes se pagan con prisión, y no todas las víctimas encuentran justicia en los tribunales.