Seis recomendaciones clave para lograr un sueño de calidad
Herramientas validadas por expertos harán que tengas un descanso excepcional.
En una época donde el descanso parece un lujo, dormir bien se vuelve una forma de resistencia. El sueño regula el ánimo, la memoria y hasta el sistema inmunológico, pero es uno de los hábitos más descuidados. La buena noticia es que se puede entrenar, igual que cualquier otro. Establecer rutinas regulares -acostarse y levantarse siempre a la misma hora- es el punto de partida.
Reducir la exposición a pantallas al menos una hora antes de dormir es otro cambio simple que tiene un gran impacto. La luz azul de los dispositivos altera la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Apagar el celular, leer o escuchar música tranquila son rituales que preparan al cuerpo para descansar.
Crear el ambiente perfecto
El entorno también influye. Dormitorios oscuros, frescos y silenciosos favorecen el descanso profundo. Evitar el café, el alcohol y las comidas pesadas en la noche ayuda al cuerpo a relajarse más rápido. Incluso los pequeños gestos -como ventilar la habitación o elegir una almohada cómoda- pueden marcar una gran diferencia.
La actividad física regular mejora la calidad del sueño, siempre que se practique con varias horas de anticipación. Y, aunque suene obvio, escuchar al cuerpo es fundamental: si está cansado, no sirve forzarlo. Dormir bien no es sinónimo de dormir mucho, sino de descansar realmente.
Descansar es, en definitiva, una forma de cuidarse. No hay productividad ni bienestar sin sueño. Apagar las pantallas, frenar el ritmo y regalarse ese silencio nocturno es un acto de salud, y quizás el más necesario en tiempos donde todo parece urgente.