Si lo intentas y fallas, felicidades
Te voy a dar un consejo, si lo intentas y fallas, felicidades. La mayoría ni siquiera se atreve a intentarlo. Hacer ejercicio de manera constante es muy importante a cualquier edad. Por esta razón, todos los profesionales de la salud […]
Te voy a dar un consejo, si lo intentas y fallas, felicidades. La mayoría ni siquiera se atreve a intentarlo. Hacer ejercicio de manera constante es muy importante a cualquier edad. Por esta razón, todos los profesionales de la salud lo recomiendan.
No hay ninguna barrera de edad, ni los cincuenta, ni los sesenta, ni siquiera los setenta o los ochenta, nunca es tarde para empezar a hacer deporte. Aún, si no has hecho deporte nunca. Cada vez hay más indicios e investigaciones que corroboran que la mejora física es rápida y evidente. Así, descubrí que soy capaz de hacer cosas que nunca pensé que podía hacer.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un 25% de los adultos y un 80% de los adolescentes no son lo suficientemente activos físicamente.
“Cuanto más tarde se empieza, más limitaciones hay que superar”
¿Te animas a probar? ¿O vas a quedarte con lo que dicen?
Empecemos porque el ejercicio puede prevenir problemas de salud, ayudar a desarrollar resistencia física, obtener más energía y ayudar a reducir el estrés. Es un buen aliado para el tratamiento de lesiones, los pesos y ejercicios se adaptan y escalan en función de las capacidades de cada uno. Aumenta la resistencia y fortalece la musculatura, su práctica se transfiere a una mejor calidad de vida y ayuda a reeducar las posturas corporales.
Mejora un 65% la calidad de sueño: las personas que realizan actividad física con regularidad tienen menos problemas de insomnio y experimentan una mayor sensación de descanso durante la noche.
Lo que nadie sabe hasta intentarlo: sus beneficios no son solo físicos, si no, también psicológicos ya que mejora la actividad cerebral, el humor, la autoestima y disminuye un 40% la posibilidad de desarrollar trastornos, como depresión y ansiedad. Por esto, la necesidad de modificar el estilo de vida sedentario es cada vez más importante; y mucha gente lo practica por salud mental.
Cuando nos ejercitamos, nuestro cuerpo libera endorfina. La liberación de endorfina, también conocida como “hormona de la alegría”, ayuda a relajarse, reduce el estrés, la ansiedad y mejora el estado de ánimo.
Se recomiendan al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso por semana para mantener un corazón sano. Y se sugiere incluir actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días a la semana. Estos ejercicios ayudan a desarrollar y mantener la masa muscular, mejorar la fuerza y la resistencia.
Ahora que sabes todo esto, ¿empezarías?
Recuerden siempre consultar a un profesional de la salud o un entrenador personal para obtener recomendaciones más específicas según tus necesidades individuales.
M. Emilia Scifo
Redactora 123News