¿"The Hunting Wives" está basada en una historia real?
La verdad detrás de uno de los grandes éxitos del streaming.
Por más que suene creíble, The Hunting Wives no está basada en hechos reales. Tanto la novela de May Cobb como la serie de Netflix nacen de la imaginación de la escritora, y aunque retratan a una sociedad sureña cargada de secretos y escándalos, no relatan un caso verdadero. Todo lo que vemos -amores, traiciones, muertes- es producto de un guion bien urdido.
Inspiración social, no documental
La autora tomó como punto de partida dinámicas reales: la unión de mujeres poderosas, la lucha por el estatus, el deseo de ascenso. Pero la historia de Sophie, Margo y las Hunting Wives es una creación completa. El efecto verosímil se logra gracias a personajes bien dibujados, diálogos creíbles y conflictos contemporáneos.
Nada de "basado en hechos reales"
Es importante remarcar que no es una mini crónica, ni una crónica negra de la vida real. La serie no pretende mostrar un crimen verdadero ni una investigación histórica. Su ADN es dramático y fictivo, con dosis de thriller y espionaje emocional, pero sin ataduras a una historia ya ocurrida.
Esa distancia con la realidad permite que todo sorprenda: los giros, las muertes, las alianzas. El público se deja atrapar sin pensar "¿esto pasó?" sino "¿y si pasara?", y ahí radica la gracia: sentir que podría ocurrir, aunque nunca haya sucedido.
Al final, la serie se sostiene porque emociona y atrapa. No es un espejo de nuestra historia, sino una ventana a las tensiones del poder, las apariencias y el deseo desmedido. Y funciona porque, aunque no sea real, podría serlo.