The Sandman, final explicado
El cierre de la parte 1 de la segunda temporada dejó algunos frentes abiertos.
The Sandman se consolidó como una de las apuestas más ambiciosas de Netflix en el terreno de la fantasía adulta. Adaptada de la icónica novela gráfica de Neil Gaiman, la serie llegó a su segunda temporada con una trama cargada de mitología. Sin embargo, el final de la parte 1 dejó sensaciones encontradas.
The Sandman, final explicado
El arco central de la temporada gira en torno a la búsqueda de Destruction, uno de los Eternos que, hace 300 años, abandonó su reino. Para hallarlo, Dream necesita la ayuda de Orpheus, su hijo, fruto de su relación con la musa Calíope. Sin embargo, padre e hijo están distanciados desde hace siglos, luego de un dramático episodio en el que Orpheus fue brutalmente atacado por un culto de Dionisio y reducido a una cabeza parlante.
Dream, incapaz de matarlo -prohibido entre los Eternos derramar sangre familiar-, lo dejó al cuidado de unos sacerdotes en una isla griega y se alejó con la promesa de no volver a verlo. Pero los tiempos cambian, y ahora Dream necesita un favor. A cambio de revelar la ubicación de Destruction, Orpheus le exige lo único que desea desde hace dos mil años: la muerte. Esta vez, Dream accede, sabiendo que el precio será inmenso.
El reencuentro entre padre e hijo es sombrío pero sincero en The Sandman. Dream pide disculpas, admite sus errores como padre y, por primera vez, muestra vulnerabilidad. Paralelamente, se descubre que Destruction ha vivido todo este tiempo en una isla cercana al templo de Orpheus, escondido del mundo, acompañado de un perro parlante llamado Barnabas.
Cómo termina The Sandman
En los minutos finales del episodio 6, Dream concede el deseo de su hijo y lo libera con un acto de amor que, sin embargo, viola las reglas sagradas de los Eternos. Por primera vez en la serie, se lo ve llorar, solo, en su reino. La muerte de Orpheus es devastadora, pero también necesaria para cerrar un ciclo de dolor y redención.
Pero el precio no termina ahí. Al derramar sangre familiar, aunque haya sido con el consentimiento de Orpheus, Dream ahora debe enfrentarse a las Furias, las diosas de la venganza, que no perdonan a quienes transgreden las leyes sagradas. El desenlace deja el camino abierto para una posible confrontación mayor y demuestra que, en el universo de The Sandman, cada acto tiene un eco eterno.