The Sandman, final explicado: ¿Qué pasó con Destruction?
La serie tiene un cierre que genera expectativa de cara a la parte dos de la segunda temporada.
The Sandman, la serie basada en la aclamada novela gráfica de Neil Gaiman, no solo ha capturado la atención por su estética oscura y su narrativa onírica, sino también por el complejo entramado familiar entre los Eternos. En su segunda temporada, la aparición del hermano perdido, Destruction, añade una nueva dimensión emocional en la ficción de Netflix.
¿Qué pasó con Destruction en The Sandman?
El último episodio de The Sandman sorprendió a los espectadores con el esperado reencuentro entre Morfeo, Delirio y su esquivo hermano Destruction. Aislado del resto de los Endless, Destruction vive en una isla apartada junto al templo de Orfeo, en una tranquila villa iluminada por el sol y acompañado por un perro que habla, Barnabas.
La elección de Destruction no es caprichosa: él ya no quiere ser responsable de destruir mundos y vidas. Por eso se exilió, por amor a la humanidad y a todo lo que existe.
Destruction no solo rechaza su rol en el orden cósmico, sino que también deja una reflexión profunda antes de partir nuevamente. A diferencia de sus hermanos, Destruction opta por romper con su destino y deja claro que el libre albedrío, incluso para seres eternos, es posible.
El episodio marca un punto de inflexión en la historia y resalta una de las premisas centrales de la obra de Gaiman: los Endless son poderosos, pero no infalibles ni inmunes a los dilemas humanos. La renuncia de Destruction reconfigura las relaciones familiares y abre nuevas preguntas sobre el sentido del deber.
Así, The Sandman no solo sigue ampliando su universo mitológico, sino que profundiza su carga filosófica. La aparición de Destruction es una intriga para lo que sucederá en la parte dos.