Walt Disney y el FBI: el pacto secreto que se destapó medio siglo después
El hacedor de Walt Disney y el titular del FBI tuvieron un acuerdo que trascendió el tiempo.
Detrás del universo colorido de Mickey Mouse y los castillos encantados, se esconde una historia poco conocida: la relación entre Walt Disney y el FBI. Más allá del genio creativo, Disney fue también un actor político de su tiempo, vinculado al organismo que durante décadas dirigió J. Edgar Hoover.
El pacto entre Walt Disney y el FBI
Lo que comenzó como un vínculo profesional terminó convirtiéndose en una alianza ideológica en plena Guerra Fría. Durante los años cuarenta, Hoover buscaba reforzar la imagen del FBI como símbolo de patriotismo. Walt Disney, que atravesaba conflictos laborales y veía en el comunismo una amenaza a su empresa, fue un aliado ideal.
Según documentos desclasificados, fue catalogado como "colaborador especial" de la agencia: cedía espacio en sus producciones para mensajes favorables al organismo, mientras el FBI le brindaba respaldo logístico y acceso a información. La cooperación llegó al punto de que el buró instaló una oficina encubierta dentro de Disneyland cuando el parque abrió sus puertas en 1955.
En aquellos tiempos, Disney no solo creaba entretenimiento; también ayudaba a construir una narrativa nacional. Sus películas animadas exaltaban valores como el esfuerzo, la obediencia y la familia tradicional, pilares del "sueño americano" que Hoover quería consolidar.
El FBI, por su parte, veía en él un instrumento de propaganda cultural capaz de influir en millones de espectadores sin levantar sospechas. La historia de Disney y el FBI revela que la magia del entretenimiento también puede ser un instrumento del Estado.