El Gobierno oficializó el aumento a las retenciones para la harina y el aceite de soja (de 31% a 33%), y la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo para “mitigar el precio de la tonelada”. Esto argumentando sobre la crisis global y la necesidad de una mayor producción y un excedente que garantice políticas que eviten un costo adicional en los productos para la población y los sectores con menos ingresos, tras los anuncios para combatir la inflación.
La medida fue rápidamente criticada por los referentes del campo, quienes aseguraron que esto no es lo que necesita el país, que el sector ya tiene una mochila pesada y ahora se le quita competitividad. Julián Domínguez (Agricultura) intentó poner paños fríos asegurando que la medida no perjudicará a los productores.
En el Gobierno Nacional protegemos a las y los productores y consumidores argentinos de los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dos destacados productores y exportadores de trigo. #BajarLaInflación#ArgentinaUnida pic.twitter.com/HziRlmJoaN
— Julián Domínguez (@DominguezJul) March 19, 2022