1- Motosierra populista
El recorte de ministerios en el futuro gabinete nacional de Milei generó un efecto contagio en Córdoba. Atados a lo que la gran mayoría votó en la provincia, Martín Llaryora y Daniel Passerini volverán sobre los pasos de su idea original y meterán tijeretazos en sus estructuras. Esto no estaba planificado y sólo obedece al cambio de época legitimado en las urnas. Si bien todavía no fue confirmado, el equipo del nuevo gobernador estará integrado por unos 15 ministerios y 10 agencias, panorama muy lejano al organigrama inicial. Ser, pero sobre todo parecer, es la nueva premisa del gobierno para la tribuna.
2- Despedida con claroscuros
Juan Schiaretti empezó la retirada del gobierno. Fueron 3 ciclos en la principal provincia del interior del país. Por un lado, Schiaretti deja el poder con una altísima imagen positiva, construida a fuerza de la obra pública y el orden económico. Sin embargo, en los últimos meses, algunos temas dejan una profunda preocupación en la sociedad. El retroceso institucional con los cambios en el Tribunal de Cuentas y la modificación en el código electoral son sólo algunos ejemplos. Esto se suma a la crisis de inseguridad que vive la provincia. El balance final quedará en manos de los cordobeses.
3- Desafío opositor
Son 3 escenarios que se reflejan en espejo. Así como sucede con la conformación del congreso nacional, la distribución de las fuerzas opositoras en la legislatura y el concejo deliberante evidencia los cortocircuitos post electorales. El mandato de las urnas fue que Juntos por el Cambio sea oposición. Sin embargo, las disputas y los cambios de bando abren serios interrogantes sobre el nuevo rol de esa coalición, que apenas sobrevive a sus divisiones. Con el peronismo cordobés en el doble comando de provincia y capital, la supervivencia opositora será clave para el control del poder.