1- De vuelta en la isla
Los 16 años de enfrentamientos entre Nación y Provincia durante los gobiernos kirchneristas parecen volver al presente. La idea de una Córdoba aislada del poder central recobró fuerzas tras los primeros 2 meses de gestión libertaria. La quita del subsidio al transporte, la suspensión del fondo de incentivo docente y la falta de acuerdo por la caja de jubilaciones fueron los tres golpes fundamentales para una relación que ya nació rota. La prepotencia de Javier Milei chocó de frente con el orgullo y la ambición de Martín Llaryora. Si no fuera por las encuestas, que aún favorecen al León, este quiebre no tendría retorno.
2- Golpe de gracia
La intempestiva quita del fondo compensador del transporte del interior del país le corrió el velo al proyecto del gobierno nacional. La decisión tiene el aroma a venganza que tantas veces anticipó el propio presidente en medio de las negociaciones por la fallida ley ómnibus. Una medida por demás centralista, ya que mantiene los subsidios en el AMBA. Con esa determinación, el sistema tronará en el escarmiento y acelerará las deficiencias que viene mostrando desde hace años. Con un boleto rozando los 700 pesos, los cordobeses de a pie sufrirán un golpe difícil de sobrellevar. La casta somos todos.
3- Motosierra doble
Los docentes cordobeses cayeron en la cuenta de que en este 2024 parecen haber ingresado al peor de los mundos. Al panorama general de crisis socioeconómica se le sumaron 2 factores clave. Por un lado, Llaryora les ajustó los aportes personales y les retacea la paritaria, con acuerdo firmado caído. Por el otro, Milei les niega el Fonid y deja sus magros salarios al borde de sufrir más recortes. Con una inflación del 23% en Córdoba, el camino de la recomposición de los ingresos, que vienen muy pisados, suena imposible. El inicio de las clases queda cada vez más lejos.