1- Antón Pirulero Cordobés
Todo se anticipó. El vértigo político es extremo y la crisis, fenomenal. Cada jugador está atento a su próximo movimiento con el firme objetivo de llegar al próximo escalón de poder. Martín Llaryora, hoy principal opositor no kirchnerista del gobierno nacional, parece haber entrado en pausa, por precaución. Quiere la presidencia. Luis Juez disfruta de su rol de voz máxima de la oposición en la provincia desde su lugar en el Senado. Rodrigo De Loredo dispara a discreción desde su alta exposición en Diputados. Ambos van por la gobernación. Como en esa bella canción infantil… cada cual atiende su juego.
2- Tijera inevitable
Los continuos hachazos que el Nación le proporciona a las arcas provinciales expusieron la realidad que vivirá Córdoba en los próximos meses. La quita del Fonid y los fondos para el transporte, sumados a la abrupta caída en los ingresos más la refinanciación de la deuda en dólares, obligan a Llaryora a una nueva ingeniería. El récord de inscriptos en los boletos educativos es otra foto del mismo tema. Según calculó el Ieral de la Fundación Mediterránea, el recorte de gastos que deberá implementar la Provincia es de al menos el 10% con respecto al año pasado. Un escenario muy distinto al que vende el Panal.
3- Papelón Unicameral
Podría ser la etiqueta a utilizar para los próximos meses. Legislatura cerrada, otra posibilidad. Lo que sucedió el miércoles es una muestra del doble estándar con el que se maneja el gobierno provincial. Los legisladores de la oposición no llegaron al cuórum, el oficialismo no se presentó y la sesión se cayó. O sea, para los canales porteños, Llaryora se vanagloria en el pedido de diálogo y consenso. Para el pago chico, las sesiones y los debates pueden esperar. Todo un síntoma de lo que veremos en la casa legislativa en un año tan complejo y de extrema paridad de las fuerzas políticas.