1- El Pacto va y viene
Como viene sucediendo en la política nacional en los últimos 20 años, el movimiento pendular parece ser la constante en el “relato Llaryorista”. Las idas y vueltas con Nación así lo demuestran. Por un lado, el gobernador sigue disparando a discreción contra el ajuste de la gestión libertaria. Además, frente a la Cámara de Comercio de los EE.UU, Llaryora volvió a mofarse del exceso tuitero del presidente. Sin embargo, el pedido para que sus diputados no dieran quórum para tratar la reforma al cálculo jubilatorio, evidencia una clara intención negociadora con la Rosada. Todos estos episodios son parte de la foto que se viene. Dureza en el relato contra la motosierra, mechada con diálogo permanente para enfrentar la crisis.
2- Rosario, demasiado cerca
El baño de sangre a la que está siendo sometida la tercera ciudad en importancia del país no deja de asombrar. El avance narco, sumado al componente terrorista del sicariato encendieron todas las alarmas en el Panal. El refuerzo de la presencia de uniformados en las zonas fronterizas de San Francisco y Marcos Juárez fueron las primeras determinaciones, necesarias, pero tardías. A esto se suma el descabezamiento de la cúpula policial de la Departamental San Justo, tras las presuntas amenazas de una facción de Los Monos. La presencia narco en el territorio provincial no es reciente y el temor a la expansión en nuestro suelo cordobés obliga a desplegar todas las fuerzas disponibles, antes de que sea demasiado tarde.
3- Uniformes manchados
La guardia urbana es y será la gran apuesta en materia de seguridad de la flamante gestión Passerini. Es por eso que el primer golpe asestado por la oposición en el concejo deliberante todavía retumba en el Palacio 6 de julio. Tras la denuncia de Elisa Cafaratti por la compra directa millonaria de unos 450 uniformes a una empresa endeble, el intendente decidió dar marcha atrás, con el despido de un funcionario incluido. Arranque difícil para semejante apuesta del gobierno de la capital. Independientemente de la necesidad o no de la implementación de la nueva fuerza, los números que la envuelven no están claros. Los cordobeses exigen transparencia. El cambio de época llegó para todos.