Enero on fire
Martín Llaryora comenzó su gestión aplicando la doctrina de la motosierra sobre la administración provincial. Recortó salarios para cubrir un hueco en la obra social y la caja de jubilaciones. Ahora también comenzó con la amenaza de reducción de 6.500 contratados. Esto generó un descontento generalizado con movilizaciones de los docentes y del sector salud. Los gremios cordobeses no descartan realizar un paro total a la brevedad y declararon el estado de emergencia en todos los hospitales.
Culpen a la lluvia
La intensa tormenta de fin de año implicó más que solo agua para Córdoba, dejó también un cráter justamente en la zona de El Pocito, donde se levanta un complejo de edificios. El nombre no está puesto por simpático, sino que es una área que se inunda con un suelo particularmente blando, debido a que el Río Suquía corría por ahí antes de ser desviado su curso en 1930. Desde la Municipalidad alegan que el drenaje pluvial no soportó el caudal de precipitación y colapsó el muro de contención. Hasta ahora el municipio y la empresa culpan a la lluvia.
Verde bien verde
Entre tantas pálidas se vislumbra una muy buena noticia. La próxima cosecha llegará con lluvia a favor. Todos los cañones apuntan a la gruesa del segundo trimestre, ayudada por el fenómeno de El Niño que vino a terminar con una devastadora sequía. Según estimaciones la campaña de soja tendrá una fuerte de recuperación del 138% y el maíz presentará una mejora del 62%. Queda en manos del nuevo gobierno saber administrar los ingresos por las retenciones a la exportación, punto clave para empezar a repuntar.