Los recientes bombardeos de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes generaron un nuevo nivel de tensión en Medio Oriente. La decisión del presidente Donald Trump de intervenir directamente en el conflicto, tras meses de apoyar a Israel, cambió el escenario geopolítico en la región. Para el investigador Gilberto Conde Zambada, este hecho marca "el punto de no retorno" y convierte a EE. UU. en un actor directo de la guerra. La reacción de Irán, según diversos analistas, podría determinar si se escala hacia una guerra abierta o si aún hay margen para una solución diplomática.

¿Qué caminos podría tomar la República Islámica?

1. Ataque directo a tropas estadounidenses
Irán podría lanzar misiles o drones contra bases militares de Estados Unidos en la región. Hay unos 40.000 efectivos desplegados en Medio Oriente, especialmente en lugares estratégicos como Qatar o Bahréin. Una acción de este tipo, si causa bajas, obligaría a Washington a responder con mayor fuerza y podría arrastrar a otros actores internacionales al conflicto.

2. Represalias a través de milicias aliadas
Otra vía sería delegar los ataques a grupos como Hezbolá o las milicias hutíes. Esto permitiría a Irán golpear sin exponerse directamente a represalias estadounidenses, aunque muchos de estos aliados están debilitados tras los enfrentamientos recientes con Israel y ataques previos.

3. Bloqueo del estrecho de Ormuz
La opción más disruptiva desde lo económico sería bloquear el paso marítimo por donde transita el 20% del petróleo mundial. Aunque Irán ya ha amenazado con esta medida, hacerlo podría complicar su relación con aliados como China y tendría consecuencias globales en los precios de la energía.