Desde que Los Sobrevivientes se sumó al catálogo de Netflix, no han faltado preguntas sobre Evelyn Bay, el pueblo donde se desarrollan los misterios de esta serie australiana. Acantilados dramáticos, calles silenciosas y playas aparentemente pacíficas hacen que este lugar parezca sacado de una postal... o de una pesadilla. Pero la pregunta clave es: ¿realmente existe Evelyn Bay?

¿Dónde queda Evelyn Bay?

La respuesta corta es: en ningún mapa. Evelyn Bay es una localidad ficticia, ideada por la escritora Jane Harper en su novela original, y luego adaptada para la pantalla. Sin embargo, aunque el pueblo no sea real, los paisajes que lo representan sí lo son. La producción se trasladó a diversas zonas de Australia, especialmente Tasmania, para capturar la esencia de este lugar imaginario. Hobart, su capital, aportó escenarios urbanos cargados de historia, como Salamanca Place y el Teatro Real, que sirvieron para reflejar la desconfianza latente en la comunidad.

¿Qué lugares se usaron para recrearlo?

La ambientación de Los Sobrevivientes se apoya en locaciones naturales de alto impacto. La zona de Eaglehawk Neck, al este de Tasmania, fue clave para las escenas que requerían una estética imponente y melancólica. Los acantilados y la fuerza del mar que allí se muestran transmiten tanto belleza como peligro. También se filmaron escenas en Margate, en el Parque Bicentenario de Dru Point, donde el contraste entre el bosque y el mar añade un toque emocional a la historia.

La Península de Freycinet, con sus aguas turquesa y su paisaje rocoso, aparece en planos que evocan calma superficial, mientras que debajo se esconde la tensión. La naturaleza no solo adorna, sino que actúa como reflejo del trauma de los personajes. Parte del rodaje también se hizo en los Docklands Studios de Melbourne, donde se recrearon escenas complejas con efectos especiales y tomas submarinas.

Aunque Evelyn Bay sea una invención, su presencia se siente como la de cualquier pueblo con historia y secretos. La serie logra que el entorno sea tan protagonista como los personajes, haciendo que muchos espectadores deseen visitar ese rincón imaginario del mundo. Un lugar que no existe... pero que se siente más real que nunca.